Un empate con resultado incierto…

Horas después de la igualdad sin goles entre Sporting Cristal y Universitario de Deportes, revisamos el desempeño de un equipo que otra vez no pudo asentar su superioridad. ¿Ganar un punto o perder dos? Al final veremos las consecuencias.

Si eres de la “U” simplemente no hay empates, y el de anoche es aún más amargo de lo que normalmente suele ser. Universitario fue superior en su “visita” a Sporting Cristal, pero la sequía en ofensiva continuó y dejó escapar una victoria que era crucial para el Clausura. Un empate infructuoso.

Dominando hasta el impensado cambio de Piero Quispe al promediar los 70 minutos, la crema completó un partido correcto pero insuficiente más desde lo táctico que lo futbolístico. Otra vez solo queda mirar las siguientes fechas de frente y a los costados para continuar manteniendo viva la ilusión. Esto aún no termina.

Se pudo hacer mucho más

Universitario sabe afrontar estos partidos. De hecho, cuando no somos los “favoritos” es donde más terminamos sorprendiendo. Aunque los números no nos hayan acompañado previo al encuentro, al pitazo inicial otra fue la historia.

La “U” se plantó sólidamente en el campo de juego. José Carvallo llenó de seguridad el arco desde el primer hasta el último minuto, y más aun salvando un error involuntario de Riveros y otra jugada directa de gol cerca del final. No obstante, igual Williams Riveros, Aldo Corzo y el “Faraón” Saravia volvieron a ser una línea de tres bastante cuajada.

Esa seguridad se compartió a la volante con un Rodrigo Ureña que fue nuevamente el patrón del mediocampo. Cerca suyo estuvo Martín Pérez-Guedes, que a pesar de su sacrificio otra vez manchó su buen despliegue con desaciertos de cara al gol.

El elenco cervecero atinó a romper líneas con pases largos. Ello requería de la completa atención de la defensa merengue, y es algo en lo que dentro de todo se cumplió. Por los costados Andy Polo realizó un sacrificado recorrido teniendo en cuenta su estado físico, mientras que el otro lado de José Bolívar, como casi siempre, fue más sufrido aunque en buena cuenta cubierto.

No podríamos centrar la falta de gol en los delanteros así como en otras ocasiones, ya que el partido puntual de Alex Valera es considerado correcto. Ocupando prácticamente por sí solo los espacios que debieron ser jugados también por Urruti, Alex hizo de todo para marcar el primero.

Hasta ese momento y llegado el entretiempo era un partido correcto con un empate que tuvo que ser momentáneo. De hecho, la segunda mitad fue aún mucho mejor para nuestros intereses. Hasta una decisión técnica que dio mucho que hablar, y que conforme pasen las fechas puede dar mucho más.

(VIDEO: Liga1 Play)

Un hombre puede hacer la diferencia

Lo que pedía el pueblo crema, Piero Quispe lo llevó a la cancha. El talentoso creador de Universitario iba jugando uno de sus mejores partidos de la temporada, incluso teniendo presente las jugadas en donde hacía una de más. Su actitud y confianza desbordaba, convirtiéndose en nuestra principal ofensiva.

Ya rato antes se sabía que venía mal del estómago, aunque recuperándose luego Quispe continuó atacando. En el mejor momento de Universitario, tras un travesaño de Valera y repetidas aproximaciones, la sorpresa llegó al anunciarse el cambio de Piero por Horacio Calcaterra.

Las imágenes mostraban a un joven con la sana desesperación de decirle a su técnico que estaba bien, que quería seguir. Tal vez deseaba la confianza que Gregorio Pérez le dio a Succar antes de esa victoria en Arequipa. Tal vez simplemente sabía que teníamos con qué ganar ese partido.

Al final, Jorge Fossati persistió en sentar a Piero Quispe. Desde ese momento la presión en el ataque terminó, y hasta pareciera que la “U” se contentó con el empate.

Calcaterra completó un deslucido partido, mientras que Edison Flores no tuvo argumento alguno para atreverse a silenciar otra vez. El replanteo de Fossati no funcionó en absoluto, tanto que ni siquiera pudo entenderse.

En las declaraciones post partido el D.T. crema señaló que se cuidó a Quispe a causa de un calambre. Ya sea ello o el tema estomacal, hay partidos en donde se debe jugar con todo. Hay partidos en donde debe asumirse riesgos. Quizás el riesgo que Piero ya había decidido tomar.

El partido terminó con un empate sin goles. Aun con la agradable vista de la actitud de Fossati parándose recio ante las ofensas del técnico rival, el sinsabor estaba allí. No se ganó lo que se tenía que ganar.

Se alarga la agonía

Quedan seis fechas de las cuales la “U” solo jugará cinco. Comienza la recta final con casi cuatro equipos en pelea por el Clausura. Sin depender de nosotros mismos, toca nuevamente vivir lo que es ser de Universitario.

Fecha a fecha, como una herida abierta en agonía de presión por tener que ganarlo todo, iremos avanzando. De nada sirve decir que existe un “fixture accesible” si no se da hasta lo más mínimo por llevarnos los encuentros.

El final está comenzando, y Fossati junto al plantel deben saberlo más que ninguno. La hinchada seguirá allí. Nosotros seguiremos allí. Hagamos que valga la pena.

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