Oficialmente, el año futbolístico 2021 culminó para Universitario. Entre triunfos, derrotas, incertidumbres y un repunte en el último tramo, la ‘crema’ deja atrás un año en el cual se resume en una frase: “No es cómo comienza, sino cómo termina”.
Y es que, si analizamos las estadísticas de este año, vemos que la U fue de menos a más este año, con muchos altibajos que llegaron a su punto más bajo tras caer en el clásico. Sin embargo, no sería hasta tres fechas más tarde para que se dé el antes y después que marcó este 2021: el regreso de don Gregorio Pérez a tienda crema.
Llegó y encontró un plantel casi similar al que dejó cuando tuvo que irse a raíz de la pandemia y con el cual ahora tendría poco tiempo para lograr buenos resultados, pero que fue suficiente para devolverle el mejor nivel a sus dirigidos y lograr cifras impensadas hasta antes de su llegada. ¿Cuánto cambió la U tras el regreso del ‘Maestro’?
Los antecedentes
Antes de hablar de la U bajo el mando de Gregorio, es necesario recordar lo que hubo antes de él. El año comenzó para Universitario el 14 de enero del 2021, con el inicio de la pretemporada en Campo Mar. Con Ángel Comizzo a la cabeza, se empezó un nuevo año con la misma ilusión: lograr la estrella 27.
Y si bien no se logró la 27, se lograron “los 28”: bajo la batuta del ‘Indio’, Universitario solo sumó 28 puntos en 23 partidos jugados entre Liga 1, Libertadores y Copa Bicentenario.
Por Libertadores, Comizzo dirigió 6 encuentros, logrando 1 triunfo y 1 empate, ambos en el Monumental. Por Liga 1, se logró 6 triunfos, 6 empates y 4 derrotas entre Apertura y Clausura. En Bicentenario, el saldo fue una derrota en el único duelo disputado. En total, 28 goles a favor y 42 tantos en contra entre todos los torneos disputados.
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La caída 2-1 ante Alianza Lima puso punto final a la ‘Era Comizzo’ y dio pie a una nueva transición al mando de Juan Pajuelo, quien ya había dirigido a Universitario el 2019 tras la salida de Nicolás Córdova. La segunda era de Pajuelo fue corta: dos partidos por el Clausura, empatando 0-0 con Sport Boys y finalmente un 2-2 ante Cantolao, el 28 de agosto. En el mes de nuestro aniversario, se cerró una etapa de 226 días que nos alejaron del título, pero que aún dejaba una ligera esperanza: la Libertadores.
El inicio de la ‘Misión Gregoriana’
Septiembre trajo consigo varios cambios y el retorno de una ilusión. Aparte del cambio de administración, se anunciaba una noticia que todo el pueblo ‘crema’ venía esperando desde hace buen tiempo: Gregorio Pérez volvía al club tras más de un año, ya no con la misión del título, pero sí de apagar el incendio que había en Ate y lograr la hazaña continental de llegar a un torneo internacional.
Desde un principio dejó las cosas en claro: se iría partido a partido, con calma y sin precipitarse. El ‘Maestro’ sabía que los hinchas querían llegar a la Copa, pero la hinchada ya estaba tranquila con el solo hecho de que se podría empezar a trabajar incluso pensando en el 2022.
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La ‘Misión Gregoriana’ empezó con el pie derecho: el 13 de septiembre, derrotamos 2-0 a San Martín, dándose el segundo debut de Gregorio en el banquillo ‘merengue’. Sin embargo, la siguiente fecha se dio un traspié: caímos 2-0 ante Deportivo Municipal, pero que sirvió para firmar una imbatibilidad hasta el fin del campeonato.
A raíz de esa derrota, no paramos de sumar de a tres: 4-0 vs Alianza Universidad, 3-1 vs Sport Huancayo, 3-0 vs César Vallejo, 2-1 vs Binacional, 2-1 vs Cusco y 2-1 vs Melgar. Seis victorias en siete partidos con un saldo de 16 goles a favor y 5 en contra que nos colocaron como Perú 3, clasificando por tercer año consecutivo a la Libertadores y revalorizando a varios de los jugadores que no venían teniendo un buen campeonato.
Un triunfo aparte: la revalorización de los jugadores
En las seis victorias que se logró al mando de Gregorio, anotaron en total: Tiago Cantoro, Nelinho Quina, Piero Quispe, Alberto Quintero, Hernán Novick, Luis Urruti y Álex Valera.
Esos dos últimos nombres fueron vitales para Universitario: entre ambos, anotaron 10 goles y brindaron 3 asistencias, estando involucrados en más del 50% de goles en la era de Gregorio.
En el caso de Urruti, recién pudo anotar bajo el mando del ‘Maestro’: disputó 7 partidos, anotó 3 goles y dio 1 asistencia, mientras que bajo el mando de Comizzo jugó 17 partidos y dio solo 1 asistencia. En cuanto a Valera, desde que llegó Pérez disputó 7 encuentros, marcó 7 tantos y generó 2 asistencias, dejando atrás los 5 goles y 5 asistencias que realizó en 22 partidos bajo la dirección de Comizzo.
Otro mérito de Gregorio fue darle más rodaje a los jóvenes: le dio minutos a Cantoro, continuó dándole confianza a Rugel, usó a Quispe como pieza clave y volvió a darle confianza a Larios y Flores. Entre todos, sumaron 464 minutos que sirvieron para la Bolsa de Minutos, siendo Quispe con 264 el que más minutos jugó.
La Libertadores, su obsesión y una revancha
Con esta seguidilla de buenos resultados, se logró clasificar nuevamente a la Libertadores por tercera edición consecutiva. A diferencia de las dos anteriores ediciones, Universitario llegó al máximo torneo continental de clubes como Perú 3 y disputará la Fase 2 del torneo, instancia que ya conoce Universitario al mando de Gregorio Pérez.
En la edición 2020, Universitario superó a Carabobo en la Fase 1 de la Copa con un global de 2-1, pero quedó eliminado ante Cerro Porteño tras caer por un global de 2-1 ante los guaraníes en la Fase 2. Para la edición 2022, tanto el ‘Maestro’ como sus alumnos tendrán la oportunidad de quitarse esa espina en esa instancia y llegar a fase de grupos de la Copa.
![Universitario vs Carabobo: UNO X UNO, así los vimos tras victoria crema en la Copa Libertadores [OPINIÓN] | DEPORTES | TROME](https://trome.pe/resizer/4i3sxoEr_CpQsAgtQEhaeilNbjg=/980x528/smart/filters:format(jpeg):quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/XJFRRQ74UREOBP2NRWUJEY5EOM.jpg)
Este año no comenzó como esperábamos, pero acabó como (en parte) queríamos: con Gregorio Pérez en el banquillo, teniendo una idea de juego, clasificados a Libertadores y con una racha de partidos invictos. Al igual que en su primera etapa, el ‘Maestro’ comenzará a trabajar con tiempo pensando en la siguiente temporada y con los mismos objetivos: lograr el tan ansiado título y dejar una buena imagen en la Copa.
Un año más en el que nos quedamos nuevamente con el sinsabor de no haber logrado la estrella 27, pero en el que recuperamos la confianza y la fe que necesitábamos para seguir ilusionados y creyendo en el equipo. Toda la fe al plantel que se arme para la siguiente temporada y a los que comanden esta aventura, que a la ‘Misión Gregoriana’ aún le quedan muchos logros por conquistar.