Universitario vivió su peor presentación de los últimos meses y cayó por la mínima diferencia ante UTC en Cajamarca. Acabó el Apertura y no queda más que pulir asperezas para la segunda mitad de la temporada. ¡Y dale “U” en las buenas y en las malas!
Hace semanas señalábamos que era humanamente previsible que las estadísticas negativas también lleguen al buen presente de Universitario. Hoy volvimos a vivir eso, aunque esta derrota ante UTC de Cajamarca fue más agria que ante Sullana o Goiás.
La tercera derrota de Jorge Fossati al mando de la “U” llegó de forma abrupta, tal vez inesperada por la forma como se jugaron los anteriores partidos. Lo cierto es que Universitario cayó justamente ante un gran despliegue de UTC.
Otra cara
El correcto partido jugado en Brasil fue más que pasado, y en Cajamarca algunas de las participaciones singulares repercutieron directamente en el colectivo. Simplemente no fue un buen encuentro. Así de simple.
Aun con sus intervenciones desde el primer minuto de juego, José Carvallo asumió cierta complicidad al no salir en el único gol del partido. Sin embargo, el punto crítico fue la zaga. Tanto Corzo como Di Benedetto, y sobre todo Williams Riveros, tuvieron un partido para el olvido, sucumbiendo ante las rápidas transiciones de los locales e influyendo directamente en el resultado.
En la zona media a pesar de ir sin pena ni gloria, Rodrigo Ureña levantó al equipo siendo más que solo un volante de marca. De lejos el mejor de esta tarde. Asimismo, los carrileros cremas se vieron frenados por una sólida marca de UTC. El lado izquierdo de Nelson Cabanillas fue, puntualmente, frío y vacío en ataque y defensa.
Y el no haber anotado gol alguno refleja lo que se vivió adelante. Piero Quispe actualmente es el recuerdo vivo de lo que era, completando un errático partido que limitó directamente el esfuerzo de Valera y Rivera por hacer algo.
Así fue
Probablemente el propio funcionamiento comenzó mal. Es parte de dirigir el también tener un incorrecto planteamiento, sentar jugadores que no debían sentarse, o no colocar a jugadores que podrían ser mejores variantes.
Al final, perdimos y con justas razones. El camino continúa y lo peor que puede pasar es convertirnos en esos pseudo “hinchas” que a la primera señal de problemas comienzan a criticar a diestra y siniestra. Siempre en el barco.
Confiando en la capacidad de reacción de Jorge Fossati y sus dirigidos, solo queda terminar el torneo de la mejor manera posible viendo la tabla acumulada, y desde ya tomar cada partido como una preparación para la segunda mitad del campeonato.
La “U” se despidió del Apertura, pero sabiendo que tiene con qué dar una pelea desde cero en el Clausura. Ya no habrá fantasmas de partidos perdidos del anterior entrenador. Será la verdadera batalla si queremos campeonar después de diez años.